Miguel Moreno Mena Esta tarde se enciende la antorcha de Champions. Los 32 equipos, repartidos en cuatro bombos, conocerán en unas horas sus rivales en fase de grupos. Esa fase que algunos quieren eliminar, pero que otros disfrutamos en grande con las visitas de grandes clubes a Israel, Dinamarca o Austria. Como todos los años, en el bombo 1 aparece algún equipo, a priori, inferior a sus vecinos de urna, mientras que en los otros surgen los rivales más duros. Los equipos peligrosos en el sorteo.
Para empezar, la mayor debilidad del primer bombo es el Eintracht, incrementado por la salida de Kosić. Además del campeón de Europa League, Ajax y Oporto pueden ser dos rivales más asequibles, pero también son capaces de amargar la temporada a más de uno. El resto de la urna está compuesto por primeras espadas. Esto es, los campeones de las grandes ligas: Real Madrid, Milán, Manchester City, Bayern y PSG.
A partir del segundo comienzan a formarse los grupos de la muerte. Menos al City -al ser inglés- cualquier equipo de los mencionados en el último párrafo puede encontrarse con un vigente finalista como es el Liverpool. De la misma manera, el Chelsea puede dificultar su camino. Ambos equipos ingleses se han reforzado arriba con Darwin Núñez y Sterling, respectivamente. No obstante, también deben afrontar bajas de Mané o Lukaku. Después, Atlético de Madrid y Barcelona son otros de los equipos de primera fila disponibles en este bombo. El equipo de Xavi ha sido uno de los grandes reforzados y necesita, tanto en lo deportivo como en lo económico, volver a avanzar rondas en la Copa de Europa. Leipzig, Tottenham y Juventus -tres semifinalistas en los últimos años- completan un sorteo de gran nivel. Personalmente, a pesar de su mal inicio de temporada, los refuerzos de la Vecchia Signora, como Di María o Pogba, unido al que debe ser un año de crecimiento para Vlahović, me inspira cierta confianza en que volverá a pelear contra los más grandes.
A partir de la tercera urna es cuando los equipos pueden preocuparse de verdad. Todos sabemos que pasan de ronda dos de los cuatro equipos por grupo, de forma que un tercer rival complicado es la mayor preocupación. Y este año, el nivel no se queda atrás. Especialmente, yo temería del Inter de Milán y Borussia Dortmund. El primero ha vuelto a unir a Lautaro y Lukaku arriba, y, aunque los últimos años muestran que no es un equipo precisamente especializado en esta fase, en Italia todos los aficionados lo tienen como uno de los favoritos a todo. En el caso de los alemanes, deben superar la marcha de Haland, pero mantienen un gran bloque. Combinan veteranos de la talla de Reus, con las incorporaciones de Adeyemi y Haller. Este último, por desgracia, se recupera de un tumor maligno. Los otros conjuntos, como Nápoles o Leverkusen, también son capaces de eliminar a un favorito, como ya hizo, la temporada pasada, el Benfica con el Barça.
En el cuarto y último bombo el equipo más duro es el Olympique de Marsella. Los franceses, a la espera de poder sumar nuevos efectivos -se habla de Cristiano-, son un equipo a tener en cuenta en cualquier grupo. Además, los Rangers llegan como finalista de Europa League, y tras eliminar al PSV holandés en su propia casa. Por último, encontramos clásicos de esta competición como son Brujas, Dinamo de Zagreb, Celtic o Copenhague. Todos ellos han vivido momentos de gloria, y quien sabe si este año les volverá a tocar dar la campanada. A esto también se pueden apuntar Victoria Plzen y Maccabi Haifa, menos comunes, pero ya vimos lo que ocurrió en el Bernabéu con el Sherif Tiraspol.
Miguel Moreno Mena.
