Miguel Moreno Mena Brasil es mi favorita. No es una apuesta arriesgada y sorprendente, pero es mi principal opción. Quizás es algo oportunista tras el resultado ante Túnez de ayer por la noche. En París, cayeron 5 a los del norte de África, –y cayeron plátanos en otro lamentable episodio racista— dando un golpe sobre la mesa antes del Mundial.
La selección carioca siempre se ha caracterizado por dos elementos: la alegría y la calidad. La primera ha dado problemas a Vinicius en los últimos días, por una mala interpretación de algunos rivales, o igual es por envidiar tales técnicas. Pero nos centraremos en la segunda. Desde Pelé, pasando por Ronaldinho, Ronaldo Nazario, Neymar y una lista interminable, los brasileños han tenido gol a mansalva. Esta generación no se queda atrás. Una delantera formada por Neymar, Vini y Richarlison tiene poca comparación, pero, cuando añades otras posibles elecciones como Raphinha, Rodrygo, Antony, Firmino, o Gabriel Jesus, que ni siquiera ha entrado en la última convocatoria, entiendes la media goleadora de este equipo.
No obstante, la diferencia respecto a años anteriores también se marca, especialmente, en otras líneas. En defensa, Tité puede variar entre Militao, Marquinhos y Thiago Silva en defensa de tres, a emplear el del Real Madrid de lateral y sumar a Telles, Danilo o Álex Sandro. En el medio, la figura de Casemiro es insustituible en este conjunto, para reajustar después de las ofensivas. A su lado, Fred, Guimaraes y Paquetá pueden cerrar un número de jugadores de campo más que destacable. Por último, la portería la compiten dos de los mejores metas del mundo, con la victoria, en principio, de Alisson sobre Ederson.
En resumen, una selección que únicamente puede ser frenada por la dificultad de un Mundial y lo impredecible que son los torneos cortos, haciendo que el favoritismo valga menos que nunca. Eso sí, si hay dinero de por medio, yo amontono los fajos en el lado de Brasil.
Miguel Moreno Mena.
